Darlo todo por perdido

La manera que tiene de comportarse algunas veces, ese es el problema. Cómo ahuyenta sus problemas a base de desfase y de buscarse en los ojos de los demás, solo crea una brecha en sí misma por dónde se cuelan todos sus errores. Sabe que no existen las soluciones perfectas, que debe tener paciencia y aguantar hasta que las circunstancias le sean favorables, sin embargo, no encuentra la manera de paliar el dolor en medio de esa incertidumbre. Es un animal de costumbres y cuando algo cambia a su alrededor, a veces no sabe cómo adaptarse. La mayoría de las veces lo ha conseguido, pero esta vez es diferente; esta vez no hay ningún factor a su favor y se siente terriblemente sola. Y su personalidad, sobradamente destructiva, transforma esa soledad en rabia, en ira, ya no contra el mundo sino consigo misma. Porqué dicen que no son las circunstancias las que nos hacen felices, sino uno mismo, pero ¿qué más hacer cuando se siente perdida en un mar sin rumbo? Por eso se dedica a matar las dudas, los problemas, los porqué y los quehubierasidosi, con grandes dosis de descontrol y, por momentos, se refugia en brazos ajenos para olvidar que hubo un día en que nada era así, en qué su vida no dependía de un hilo, en qué era más fácil ser feliz.

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